En septiembre pasado, tuvimos un seminario web junto con La Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA) con el objetivo de escuchar actualizaciones directamente de las familias y abogadas del caso del Diario Militar y discutir algunos de los impactos diferenciados por género para las mujeres.
FAMDEGUA nació en 1992, a partir de la integración madres, hijas, hijos, hermanas, padres, esposas y otros familiares de personas que fueron detenidas-desaparecidas durante el Conflicto Armado Interno, en un clima de impunidad para exigirle al Estado una exhaustiva investigación sobre los más de 40,000 secuestros y desapariciones forzadas que se cometieron en ese periodo
FAMDEGUA es una organización no gubernamental, humanitaria y solidaria, de servicio social, cultural y educativo, con personería jurídica, que orienta su trabajo a:
- La búsqueda de personas víctimas de desaparición forzada durante el Conflicto Armado Interno. · Denunciar la violación de los derechos y libertades fundamentales de toda persona o comunidad.
- Impulsar procesos de exhumación, identificación e inhumación para la dignificación de las víctimas.
- Acompañar procesos jurídicos de demandas con los familiares de las víctimas de desaparición forzada.
- Socializar las experiencias de vida con otros familiares y la sociedad.
Este evento también contó con el apoyo de: SOAW – School of the Americas Watch, IFCLA – The Inter-Faith Committee on Latin America, GHRC – Guatemala Human Rights Commission, Colectivo Guatemalteco en Los Ángeles, CRLN – Chicago Religious Leadership Network on Latin America, GuaSa – Guatemala Scholar-Activist Working Group y Guatemaya L.A, Mujeres en Resistencia.
Transcribimos a continuación el conversatorio, a manera de entrevista, con Jovita Tzul y Carmen Gómez. Jovita Tzul es una reconocida Abogada maya k’iche con una larga trayectoria de trabajo en materia de Derechos Humanos y derechos de las mujeres, actualmente forma parte del equipo juridico de Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH). Carmen Gomez, es una sobreviviente y familiar de víctimas del caso Diario Militardel, estuvo retenida en una cárcel clandestina. El 29 de Marzo secuestraron y asesinaron a su tío Héctor Orlando Gómez Calito, vocero del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM). Su familia salió al exilio por el peligro.
¿Pueden comentarnos en donde se encuentra legalmente el caso Diario y cuales son las demandas de los familiares, víctimas y sobrevivientes?
Actualmente hay 9 personas que fueron enviadas a juicio por varios delitos entre ellos de desaparición forzada y delitos contra los deberes de humanidad. Se está a espera del inicio del debate oral y público. Hay otras 5 personas están ligadas al proceso y están a la espera de que se celebre su audiencia de etapa intermedia, es decir, decidir si estas personas van a enfrentar juicio oral y público con las otras 9.
Sin embargo, alrededor del proceso ha habido acciones dilatorias y litigio malicioso. Una situación importante ha sido la salud de los procesados, por su salud o por edad avanzada se tuvo que esperar varias semanas para esperar su situación jurídica.
Es un gusto poder compartir un poco esta experiencia de vida, que todavía ahora me mueve mucho hablar, pero se que es importante, es necesario conocer lo que pasó.
Como sobreviviente y amiga y familiar de personas que están registradas en el caso Diario Militar, quiero tomarme un momento de reconocimiento, de agradecer a esas mujeres que aparecen en el diario, esas hermanas que en su momento fueron hermanas del dolor, de la tortura y de la cárcel clandestina. Ellas están presentes hoy, ellas querían transformar este país y su ejemplo nos da impulso para salir adelante.
Las demandas que tenemos en este caso son que queremos saber la verdad, que esa verdad conduzca a los procesos que se están llevando. A nadie le hace bien negar lo que pasó, ocultar información.
También queremos que tanto empresarios, como algunas organizaciones cuasi paramilitares legalizadas, dejen de funcionar, de intervenir, de ocultar información.
Si no se garantiza que estos juicios avancen y se sepa la verdad, esto volverá a suceder. Entonces como principio de no repetición queremos que se sepa la verdad, para que otras generaciones no pasen lo que pasamos nosotras.
También pedimos que se garantice que cada uno de los organismos del estado funcione como debe ser, como lo mandata la constitución política de Guatemala, porque es evidente la cooptación que hay de estos organismos, una regresión antidemocrática que hace mucho daño.
Que se detenga la criminalización, la persecución, yo he tenido seguimiento desde hace tres meses y ha sido tan descarado, abierto, no les importa. Entonces es una situación muy complicada porque regresan todo esos miedos, todo lo vivido, situaciones que lastiman los procesos legales.
¿Cuáles han sido algunos de los impactos diferenciados por género que se han observado en los casos de las mujeres registradas en el Diario Militar?
Este es un tema fundamental en la política de contrainsurgencia, de represión, de persecución, el analizar circunstancias y patrones diferenciados de cómo esta violencia contrainsurgente encontró en el cuerpo de las mujeres un mecanismo útil para infundir el terror generalizado como parte de su estrategia.
A lo largo de la historia en guerras de diversos territorios se ha utilizado el cuerpo de las mujeres como un arma y botín de guerra y Guatemala no fue la excepción, por el contrario fue parte de las estrategias que se implementaron para quebrar la lucha organizada, la resistencia que en ese momento se planteaba desde colectivos, grupos y organizaciones que existían en ese tiempo.
Nosotros en las audiencias siempre hemos reivindicado el derecho de las víctimas del diario militar a decir sí, eran personas que disentían con un régimen dictatorial, que disentían con una forma de gobernar basada en la violencia y la represión que se vivía en ese tiempo. Por ello se reivindica, pensar distinto no es delito, y si hubiese un hecho que para aquella época fuese un tipo de delito o hecho contrario a la ley, porque no se puso a estas personas a disposición de un juez.
Sin embargo, para el caso de las mujeres, esas circunstancias fueron mucho más fuertes, porque había una afectación en doble vía.
En el video que vimos al inicio del conversatorio, vimos a fundadores de FAMDEGUA y vemos en una gran mayoría a mujeres, que estaban buscando a sus hijos, a sus esposos, a sus compañeros de vida, a sus hermanos, a sus padres. Desde allí hay una afectación a las mujeres, en el marco de lo que nosotros llamamos efectos pluriofensivos de la desaparición forzada: afecta a la víctima, pero también a su familia y en este caso a sus madres, a sus hermanas, a sus esposas, a sus compañeras de vida, a sus hijas.
Por otro lado, cuando estas acciones recaían directamente sobre las mujeres, tambien existian estos patrones diferenciados en el trato de las mujeres, el uso de su cuerpo, la violencia sexual, tratos crueles inhumanos y degradantes dirigidos especificamente contra las mujeres. El uso de sus hijos e hijas como parte de esa tortura psicologica tambien era otro mecanismo que se utilizaba en el caso de las mujeres, el sometimiento a servidumbre doméstica esta documentado dentro del caso y dentro de las investigaciones, se sometía a las mujeres que estaban en cautiverio a una servidumbre domestica forzada, incluso a una servidumbre sexual.
Hay casos realmente graves, si una política de Estado que estaba vigente en ese tiempo, era una política con la cual se quería gobernar, sin duda debió ser una política profundamente violenta y deliberadamente misógina y deliberadamente violenta contra el cuerpo de las mujeres.
Las mujeres que en su momento pusieron el cuerpo y la vida para defender derechos sociales, para defender ideales de un país mejor en este territorio, fueron víctimas de un patrón directamente establecidos para denigrar su dignidad no solo humana, sino también como mujeres, como madres, su dignidad desde todas las esferas en que una mujer tiene vida, dentro de esta sociedad.
Estas afectaciones que las mujeres vivieron en esa época, también continúan en el presente, por eso hablamos de la permanencia de los efectos de la desaparición forzada. Las compañeras que representamos en las audiencias y a las que no, las que son víctimas, sobrevivientes, todas esperamos justicia y digo todas, porque todas las mujeres deberíamos condenar hechos como estos. Esperamos justicia, pero también esperamos que encuentren a sus familiares y esa es la lucha, saber en donde están, porque esa espera sigue generando graves afectaciones en la vida de las mujeres.
Nuestras experiencias de lucha han sido dolorosas, pero sumamente necesarias. Ha implicado a varias generaciones, porque una de las situaciones que habría que mencionar es que en este caso estamos las mujeres que aparecen, están sus fotos, en algunos casos sus nombres o seudónimos, eso demostraba su decisión de tener una participación política, de hacer algo para cambiar este país. Pero hay otras miles que no aparecen en el diario y están otras mujeres alrededor, hijas, madres, también hombres, sus familias, sus hijos, una serie de personas que fueron lastimadas. Y así de lastimados se tuvo que emprender la lucha por la búsqueda durante bastantes años.
Entonces ha implicado en diversas ocasiones que muchas personas con familiares desaparecidos, se han enfermado. Es tanta la angustia, el dolor, el rompimiento en las familias por lo que pasó, en medio de esas rupturas las mujeres han tenido que seguir caminando.
El rol de las mujeres como cuidadoras en muchos casos se incrementó y tuvieron que asumir a otros familiares, porque se quedaron sin mamá, por ejemplo. Entonces esas mismas situaciones han hecho que la lucha que se lleva sea compleja, con temores, principalmente ahora que se mira todo esto que está pasando, aun después de tantos años no se ve claridad, por momentos se mira que se avanza y luego hay un retroceso y es otra situacion que tambien lastima a todas las personas en esta búsqueda, porque no hay certeza de que las familias no van a sufrir nuevamente la represión, la violencia que se vivió en el pasado. Así que es una búsqueda llena de temor, pero esto que se hace es movido por el amor, el amor a la familia, al país, a los ancestros.
Y también podemos ver que de alguna manera todos los objetivos el torturar a las mujeres el mantenerlas en una cárcel clandestina, la violencia de género específica, buscaba anular a las mujeres como sujetas políticas, pero esta misma búsqueda las ha convertido en sujetas políticas, a pesar del miedo, a pesar de toda la situación.
Es nadar contra corriente, pero con el convencimiento de que una persona desaparecida nos hace que no estemos completos ni como familia, ni como persona, ni como país. Nos hacen falta y en medio de todas las dificultades de todos los tipos, la afectación psicológica, emocional es otro problema, pero en medio de todo eso hay que seguir caminando porque esto es una lucha justa y este país demanda que se conozcan los hechos, que se lleve a los organismos de justicia y que cumplan condenas si eso es lo que procede, si son culpables que paguen, porque por eso hay procesos y todo un organismo que debe saber que corresponde hacer.
¿Cuáles son las reflexiones que cada una de ustedes tiene sobre la militancia y participación política de los perfiles que se encuentran registrados en el caso diario militar?
Todo lo que hicieron en contra de nosotras las mujeres, en una buena medida tenía el objetivo de regresar a las mujeres al ámbito privado y no nos perdonan que hayamos dado ese salto al ámbito público y por eso nos ha pasado de todo, pero ese paso es necesario y hay que continuar. Afortunadamente en este momento vemos a tantos hombres y mujeres jóvenes también oponiéndose a lo que está pasando en este momento, y ahí podemos ver los principios, los objetivos de las luchas de las mujeres que están en el Diario Militar y de otras muchas personas, porque esto tiene que cambiar, no hay ningún proceso que se quede detenido, por más que coopten el estado, por más que digan que no es cierto. Esto tiene que cambiar, va a cambiar.
Yo me sumo a lo que ha dicho Carmen, yo creo que la luchas de las mujeres han estado presentes en diversas etapas de esta historia. Hoy día también están presentes en la reivindicación y la búsqueda de justicia. Y también en su energía están todas las compañeras que estuvieron luchando y reivindicando por una vida más digna, para todas, para todes, para todos en esa época.
Reivindicamos las memorias de las víctimas, de las y los desaparecidos. La lucha por la tierra, la lucha por la salud, la lucha por la vida, la lucha por la educación, eran las apuestas que reivindicaban las y los compañeros en esa época y son luchas que están tan vigentes en el dia de hoy, pero que también el hecho de que estén vigentes, significa que estos esfuerzos, que estas reivindicaciones han tenido repercusiones en estas nuevas generaciones, a las que al conocer la verdad, el saber lo que sucedió, también nos organizamos, repensamos, nos sumamos a esas luchas, a esos esfuerzos para continuar estos legados de memoria, para continuar estas reivindicaciones por lo justo.
Yo creo que así como ha habido un continuum de agresiones y de violencia, también ha habido un continuum en la resistencia, en la lucha, en la reivindicación y yo creo que eso hay que mantenerlo, y eso lo mantiene vivo el amor, la esperanza de las familias, de las sobrevivientes.
¿Qué paralelismos encuentran entre el contexto de los ochenta y el contexto actual de deterioro y regresión democrática?
Es un poco difícil ir nombrando una por una las situaciones, pero es muy parecido. En aquel momento por ejemplo, yo participaba en una protesta por el alza al transporte y nos llevaron presos, lo que dio también lugar a una serie de violaciones a los derechos humanos, igual que ahora, se llevan a la gente presa por protestar, se violan sus derechos.
También la persecución en la práctica se sigue dando, en aquel momento eran personas armadas, en carros particulares, sin placas. Todas esas prácticas las implementaron en el pasado. El hecho de que haya señalamientos selectivos hacia ciertas personas, ahora es incluso en redes sociales, pero antes organizaciones paramilitares como el Ejército Secreto Anticomunista en el caso de Oliverio Castañada de Leon, publicaron en Prensa Libre y en muchos lugares, los listados de las personas que ellos iban a matar. Y ahora también pasan cosas de ese tipo, con un perfil más bajo, pero pasan.
En aquel momento, la violación a los derechos laborales, la persecucion a los sindicatos era terrible y en este momento no es necesariamente persecución aunque en las fabricas hay una represion terrible, una violacion de derechos laborales terrible también, y ahora no matan a la persona, sino que en la practica y legalmente matan a los sindicatos.
En aquel momento se vivió mucha violencia contra las mujeres y hoy también hay una violencia especifica contra las mujeres tambien. Entonces hay una serie de paralelismos que podemos decir ah nos estamos caminando hacia donde mismo, de donde quisimos salir estamos volviendo.
Esos paralelismos que Carmen ha planteado están totalmente presentes actualmente. Tal vez hoy lo nombramos de otra manera, porque hablamos de la criminalización de la protesta social, la criminalización a defensores y defensoras de derechos humanos, de la violacion a la independencia judicial y otras situaciones que si las analizamos, en el fondo los efectos y los objetivos que tiene son los mismos que se tenían en época del Conflicto Armado, entonces es como la ampliación de esa estrategia contrainsurgente que se busca aplicar por otros medios en la actualidad.
En ese tiempo, no existían las redes sociales como decía Carmen, pero todas las campañas de desprestigio, toda esta generación de discursos de odio, todas estas agresiones en contra de víctimas, de personas defensoras de derechos humanos, es un contexto como el que se vivía en esa época. Lamentablemente, nuevamente caemos en que estas acciones se hacen con el consentimiento de los gobiernos.
Los panoramas son muy parecidos y ha habido una continuidad de esas agresiones que se han ido transformando y preocupa que vuelvan estas acciones tan claras y violentas. No es un secreto para nadie los asesinatos de defensoras y defensores de derechos humanos, el encarcelamiento de autoridades indígenas, comunitarias, todas esas acciones que están presentes hoy en día para defender intereses político-partidistas y económicos.
¿De qué forma hacia la población estadounidense o la comunidad internacional puede apoyar su lucha?
Desde organismos de derechos humanos, organizaciones como las que están acompañandonos se puede tener apoyo, seguimiento, acompañamiento a las víctimas, sobrevivientes, querellantes y demás personas y organizaciones involucradas, no solo para el caso del Diario Militar porque la lucha y la apuesta por la justicia por los crímenes atroces del conflicto armado en Guatemala son muchas luchas, en donde el Diario Militar se suma a esa línea de búsqueda de justicia, pero hay más, como las compañeras Achí sobrevivientes de violencia sexual, el caso del genocidio Ixil y otros procesos de justicia transicional que estan en los tribunales o en alguna otra etapa dentro del sistema de justicia.
Yo apelaría a pedir el apoyo, el acompañamiento, la incidencia a garantizar que estos procesos de justicia puedan desarrollarse sin presiones para las partes, que se respete la independencia judicial, la independencia fiscal en estos casos. Y por supuesto que se respete la integridad de las querellantes de las víctimas, sobrevivientes, testigas, testigos, durante todo el proceso, porque solamente así se va a lograr hacer justicia. Solamente así se va a poder averiguar la verdad y saber qué fue lo que paso, saber donde están, eso es lo que todas y todos queremos saber.
Desde los gobiernos, en este caso en específico de los Estados Unidos, es difícil que puedan aportar mucho debido al historial que hay. Pero hay una absoluta confianza en que la población estadounidense puede actuar de otra manera. Yo pienso que una de las acciones que se podrían hacer es informar a la población de lo que pasó y lo que pasa actualmente, que llegue a la mayor cantidad de población.
Porque sabemos el apoyo del pueblo en Estados Unidos, yo recuerdo en los 70, 80 como había apoyo de la población de los Estados Unidos y no dudo que en este momento haya mucha gente que lo quiera hacer también. Pienso que en acciones más concretas, se podría dar soporte a las organizaciones de guatemaltecos viviendo en Estados Unidos, para que puedan aportarnos para acá, porque ellos como ciudadanos binacionales pueden intervenir de manera más directa, con actividades de solidaridad con Guatemala desde los EEUU se podría hacer mucho me parece.
¿Quisieran compartirnos unas palabras de cierre?
Sumar mi solidaridad con todas las sobrevivientes, víctimas de estos graves hechos. Solidarizarme con su causa, con su familia, con su lucha y decirles gracias por su fuerza, gracias por su valentía y por permanecer en esta lucha, en este camino. Y vamos a continuar apoyando, acompañando a las víctimas en este camino difícil y complicado, pero que también es un camino de mucha fuerza y mucha dignidad
Agradecer a todas las personas que nos acompañan porque eso nos fortalece. También agradecer a las familias que están directamente involucradas en los casos, haciéndole frente a un sistema tan perverso.
Lo último que quisiera decir, es que en los pueblos indígenas las mujeres siempre plantan flores de todos los colores, pase lo que pase, las mujeres siempre están sembrando y cultivando flores y esos colores alegran la vida. Ese es un ejemplo para mí de esa resistencia histórica, entonces tenemos mucho que aprender y considero yo que la lucha se hace también con dignidad, lo que más querían eran aplastarnos, liquidarnos, pero tenemos que seguir adelante con toda la dignidad, con toda la fuerza, con la certeza de que quienes están haciendo mal son ellos y que tenemos que seguir haciendo lo correcto, lo que suma, lo que hace feliz a las personas. Y que no perdamos la esperanza a pesar de todo. Porque al igual que cuando llueve, al otro día sale el sol, si nos toca llorar, al otro día reímos, gracias.
En verdad felicito a estas mujeres que en medio del sufrimiento que vivieron han tenido el valor de hablar y compartir sus experiencias como parte de la memoria que tiene que tener el país de todos los acontecimientos suscitados. Esto también me recuerda el juicio que se llevó a cabo en donde muchas víctimas de violencia sexual contaron lo que vivieron durante el CAI y me causó mucho dolor escuchar la forma tan inhumana de tratar a la mujer como botín de guerra. Tenemos la esperanza que todos estos acontecimiento NUNCA MÁS se repitan porque ha dejado una marca muy profunda en la sociedad que vivió durante el tiempo del Conflicto Armado Interno en Guatemala.