Hace diez años, las comunidades del Ixcán practicaron sus tradiciones y derechos ancestrales como pueblos indígenas, celebrando una consulta de buena fe en el municipio donde 89.7% de las y los 21.555 participantes votaron en contra de permitir que las empresas extractivas ingresaran a sus territorios.
El 20 de abril de 2017, las comunidades del Ixcán celebraron el décimo aniversario de la consulta, dando homenaje a generaciones de lucha para defender la tierra y la vida. A pesar de la oposición clara de las comunidades hacía los megaproyectos, las amenazas siguen siendo reales. En los últimos 10 años, las comunidades han reafirmado su resistencia a la construcción de la represa Xalalá – una propuesta de proyecto que, se si construyera, sería la segunda represa hidroeléctrica más grande de Guatemala. Inundaría las tierras de 58 comunidades a lo largo de los ríos Copón y Chixoy en los municipios de Ixcán, Cobán, y Uspantán, perjudicando directamente a más de 13.000 personas; indirectamente, la represa afectaría a otras 18.000 personas de por lo menos 44 comunidades.

Para más información sobre la resistencia comunitaria a la Represa Xalalá, lea el blog de NISGUA.

Al parecer, la construcción de la represa Xalalá se estancó después de la cancelación de los estudios de factibilidad por parte del Instituto Nacional de Electrificación (INDE) en medio de revelaciones de corrupción en el proceso de concesión. Hoy en día, las comunidades proclaman vigentes los resultados de la consulta y se mantienen firmes en su oposición. Aprovecharon la oportunidad del décimo aniversario para presentar un documental sobre la realización de la consulta y compartir sus experiencias con las y los jóvenes. Las y los niños de las comunidades presentaron una obra y otras u otros comunitarios leyeron en voz alta una selección de la declaración comunitaria que afirmó la legitimidad de los resultados de la consulta.

Víctor Caal Tzuy, un líder comunitario q’eqchi’ y el coordinador general de la Asociación de Comunidades para el Desarrollo, Defensa de la Tierra, y de los Recursos Naturales (ACODET) habló sobre la importancia de que las comunidades ejercen su derecho legítimo a la consulta y de su resistencia a largo plazo contra la imposición de proyectos por parte de INDE. “Más de 130 comunidades demostraron su oposición a proyectos de mega-desarrollo en el Ixcán. Con tantas personas en contra del proyecto, el INDE descubrió que no sería tan fácil forzar su entrada en nuestros territorios.”

La Comisión de Seguimiento de la Consulta Comunitaria de Buena Fe del Ixcán, una convergencia amplia de movimientos sociales al nivel regional quienes organizaron la consulta, fue formada para monitorear los resultados de la consulta y asegurar el respeto de la decisión del municipio. En el décimo aniversario del referéndum, compartieron lo siguiente:

Las Comunidades y Organizaciones Sociales de Ixcán, Quiché, firmantes de este pronunciamiento, una vez más, hoy 20 de abril del año 2017 celebramos con valor y entusiasmo el Décimo Aniversario de la Consulta Comunitaria de Buena Fe.

Valoramos y reconocemos los esfuerzos de nuestras comunidades por su participación en esta lucha cívica por decir NO a la imposición de los megaproyectos en nuestro territorio, porque estamos claros que solo favorece intereses transnacionales e intereses de las oligarquías nacionales en la explotación de los bienes naturales, arriesgando el futuro de la vida en aras de alimentar sus insaciables hambres de riqueza y poder.

Estos intereses oligarcas llegaron y siguen llegando con engaños de que todo es para el desarrollo de las comunidades, pero queda al descubierto que eran y siguen siendo estrategias de latrocinio, fraude y explotación disfrazados con las más nobles mentiras.
Ante estas maniobras, como comunidades hemos venido trabajando para defender la vida y nuestro territorio, valiéndonos del derecho ancestral y legal de la Consulta, la cual es inherente a las tradiciones y enseñanzas de nuestro linaje maya y que es nuestra responsabilidad transmitir como ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras en garantía de la vida.

Recordamos que en la Consulta Comunitaria de Buena Fe, hace diez años, participamos 21,155 personas, 18,982 dijimos NO a la implementación de megaproyectos en nuestro territorio, 1,829 dijeron si, y, 344 en abstención expresada.

Desde la realización de nuestra Consulta Comunitaria de Buena Fe, los gobiernos de turno han demostrado no tener voluntad política por respetar los resultados de la misma, los ignoran perversamente.

Por lo anterior manifestamos:

  1. Que las comunidades del municipio de Ixcán seguiremos exigiendo, sin cesar, el respeto a los resultados de nuestra Consulta Comunitaria de Buena Fe, ya que la mayoría hemos dicho NO a la implementación de los megaproyectos en nuestros territorios,
  2. Que desde el gobierno central hasta municipal se respete los resultados de nuestra Consulta Comunitaria de Buena Fe, ya que es uno de los derechos humanos fundamentales plasmados en la Carta Magna de Guatemala, Tratados y Convenios Internacionales,
  3. Que las empresas nacionales y extranjeras destructoras de la vida, respeten la voluntad y los derechos de nuestras comunidades expresados en la Consulta Comunitaria de Buena Fe, y
  4. Por último, pedimos a los pueblos del mundo que no solo muestren su solidaridad con los pueblos de Guatemala en su lucha por proteger la vida, sino más bien pedimos que se unan en una lucha entre hermanos y hermanas por proteger la biodiversidad y la vida colectiva por sobre los intereses individuales para que los gobiernos, y oligarcas cobren conciencia por el respeto a los verdaderos derechos de los pueblos.

Ixcán, Quiché, Guatemala; 20 de abril de 2017.

NISGUA brinda acompañamiento internacional a ACODET como comité miembro de ACOGUATE y además brindó acompañamiento y observación internacional durante el proceso de la consulta de buena fe de 2007 en Ixcán. Víctor Caal Tzuy, en representación de ACODET, participó en la gira organizada por NISGUA de los Estados Unidos en 2014, dando a conocer la lucha en su región por defender sus tierras ancestrales contra la imposición de la represa Xalalá y otros proyectos extractivos.