Luego de la sentencia en el caso por genocidio Ixil en septiembre, NISGUA invitó a su base a reflexionar sobre la importancia de esta decisión con el presidente de la Asociación para la Justicia y Reconciliación (AJR), Edwin Canil.

Edwin habló sobre la lucha de las y los sobrevivientes para romper el silencio sobre genocidio. Notó que la sentencia reciente es un paso importante para los pueblos indígenas en la lucha por los cambios estructurales profundos en Guatemala. Compartió perspectivas sobre como las luchas por la justicia, llevadas por sobrevivientes, han creado espacio para que todxs lxs guatemaltecxs alcen la voz contra la impunidad y la corrupción, notando que “la lucha por justicia por los crímenes del pasado realmente fue el primer golpe…para ver si el sistema aguantaba tocar estructuras de poder [políticas, económicas, y militares] demasiado arraigados.”

Reflexionó sobre los vínculos entre la lucha de la AJR y otros movimientos encabezados por sobrevivientes, como por ejemplo el movimiento #MeToo en los Estados Unidos, incluso la misma dificultad en romper el silencio frente la culpabilización, las dudas, y la re-victimización. Subrayó que la lucha se fortalece a través de los vínculos internacionales, nombrando la “responsabilidad de cualquier persona a denunciar estos crímenes,” como los que se cometían durante el conflicto armado interno.