Parte 1: Orígenes y Evolución de una Lucha Comunitaria
Sobre esta entrevista
La siguiente conversación fue realizada durante el 11º Festival por la Madre Tierra en la comunidad de Copal AA La Esperanza, Guatemala, en junio de 2025. Este festival, organizado anualmente por el Instituto Básico “Nuevo Amanecer”, reúne a la comunidad en torno al cuidado ambiental a través de conversatorios, obras de teatro estudiantiles, reforestaciones e intercambio de semillas.

La juventud y la comunidad se involucran activamente en el Festival Madre Tierra, promoviendo el cuidado del medio ambiente y la defensa de la vida. Foto de NISGUA, Junio 2025.
Presentamos esta entrevista en dos capítulos para profundizar en las reflexiones de sus protagonistas sobre la evolución de esta iniciativa comunitaria, los impactos del cambio climático en su territorio y las estrategias de resistencia que han desarrollado.
Los entrevistados
Rafael – Director del Instituto Básico “Nuevo Amanecer” en la comunidad de Copal AA La Esperanza. Con más de 20 años de experiencia en educación comunitaria, ha sido uno de los principales impulsores del Festival por la Madre Tierra desde sus inicios. Su visión se centra en el trabajo con jóvenes desde el contexto comunitario y los acuerdos colectivos.
José – Profesor del mismo instituto, quien ha sido testigo directo de la evolución del festival y del impacto creciente del cambio climático en su comunidad. Su perspectiva aporta una mirada crítica sobre cómo las problemáticas ambientales han pasado de ser una preocupación futura a una realidad presente.
Los orígenes de una iniciativa comunitaria
Rafael explica cómo nació esta tradición que ya cumple 11 años: “Es una actividad para nosotros muy importante, no solo dentro la comunidad, pues aquí en el espacio de educación siempre hemos venido trabajando como instituto desde el 2004 siempre con esa idea de poder desarrollar temáticas sociales desde el contexto comunitario. Con los jóvenes hacer reflexiones, concientizar, pero la base importante es siempre los acuerdos comunitarios porque de ahí [se] está manejando esa línea de pensamiento, de idea ideología comunitaria.”
El instituto mismo surge de esta filosofía comunitaria, creado con la intención de inculcar valores en los jóvenes. Con más de 20 años de trabajo, el festival nació de la necesidad de crear un espacio para compartir experiencias y enriquecer su trabajo educativo.
Un proceso de crecimiento y participación

Jóvenes durante el Festival Madre Tierra presentan una obra teatral sobre crisis climática, utilizando el arte escénico como herramienta de concienciación ambiental en su comunidad. Foto de NISGUA, Junio 2025
Durante estos 11 años, Rafael ha observado cómo el festival se ha consolidado como un momento importante de encuentro: “cada año yo he visualizado que son también momentos muy importantes porque la gente participa, pero también los jóvenes veo que se dan cuenta que no solo el centro educativo está trabajando por sí solo, sino que sí hay una relación, un trabajo unido entre la comunidad y lo que es la juventud, la escuela, entonces yo veo que es importantísimo.
El involucramiento de los jóvenes va más allá de la simple participación. Ellos se encargan de la organización, coordinación y montaje de obras teatrales que deben conllevar una reflexión y análisis profundo. La filosofía del instituto es que estas actividades generen procesos de pensamiento crítico, no solo información, buscando resultados que impacten tanto a los participantes como a los espectadores.”
Del escepticismo al reconocimiento de la urgencia
José aporta una perspectiva crucial sobre cómo ha evolucionado la percepción del problema climático: “De acuerdo a las perspectivas que vemos al respeto de esta actividad, pues, al inicio desde hace diez años por ejemplo, empezamos viendo eso. Eso nació de acuerdo de las políticas comunitarias, pero al inicio el interés no era tanto y el problema no se percibía tanto como se ve ahorita, simplemente se veía, se pensaba y siempre nació la idea de que [en] un futuro el problema nos iba a afectar a gran escala.”
Sin embargo, la realidad los alcanzó más rápido de lo esperado: “Y fue hasta el año pasado y hace dos años, ya vimos que el problema está más presente con nosotros, y eso hace que hoy en día, que [es] una actividad de gran importancia que se debe de hacer sí o sí, porque el problema ya está acá, el calor ya es bastante, los ríos se secaron, cosas que han pasado el año pasado.”
Esta transformación ha generado mayor interés y participación de organizaciones externas, fortaleciendo la red de apoyo al festival. Como señala Rafael: “en los primeros festivales fue muy poca la participación, pero ya poco a poco me voy dando cuenta de que entonces sí hay más involucramientos; ahí las redes sociales ayudan a invitar, a dar a conocer la actividad.”

La creciente participación en el Festival Madre Tierra refleja la urgencia colectiva de enfrentar los impactos cada vez más severos de la crisis climática, que ya se sienten con fuerza en la región y en todo el mundo. Foto de NISGUA, Junio 2024.
En el próximo capítulo…
En la segunda parte de esta entrevista, Rafael y José nos compartirán sus reflexiones sobre el impacto directo del cambio climático en su comunidad, la importancia del acompañamiento internacional en sus luchas, y sus propuestas para fortalecer la resistencia comunitaria ante los desafíos ambientales. No te pierdas esta continuación donde abordarán temas cruciales como la migración climática y el papel de la juventud en la preservación de los saberes ancestrales.
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