¿Por qué es el caso de Sepur Zarco un caso emblemático para Guatemala?
El caso Sepur Zarco es un caso emblemático por varias razones. En primer lugar, porque es el primer caso que se ha presentado en los tribunales de justicia de Guatemala por violencia sexual durante el conflicto armado. A pesar de que la Comisión de Esclarecimiento Histórico dijo que la violencia sexual contra las mujeres había sido cometida en forma generalizada, masiva y sistemática en su informe que fue emitido en 1999. A pesar de eso, como sabemos que la impunidad por estos crimines es total. Es decir no hay una sola sentencia. Entonces con este caso se busca no solamente para que las mujeres sobrevivientes de Sepur Zarco accedan a la justicia sino precisamente romper esa impunidad total por violencia sexual.
Por el otro lado, en nuestra concepción de litigio estratégico, estamos buscando promover transformaciones. Transformaciones en la sistema penal en el sentido que se incorporan estándares internacionales sobre el tratamiento de la violencia sexual durante conflictos armados. Estándares que han sido creados en primer lugar por los tribunales internacionales en Yugoslavia y Rwanda y quedaron recogidos en el estatuto de Roma. Por ejemplo, el papel central que estos nuevos estándares se atribuye al testimonio de las mujeres victimas. Es decir, después de muchos años de que ocurrieron los crimines en el caso de Guatemala, más de 30 años luego, las secuelas físicas no son fáciles de demostrar aunque se puede. Hoy escuchamos un peritaje en el que explicaron cosas muy interesantes (se refiere a la presentación de peritaje en psiquiatría forense por Doctora Karen Juárez). Y hay unas consecuencias psicosociales también.
Pero lo más importante es la centralidad que han adquirido el testimonio de las victimas. Pero esto es algo nuevo en Guatemala. y todavía hay muchísima gente que dice que es un crimen que no se puede probar porque pasó hace muchos años y quieren invalidar el juicio por eso. Entonces estamos procurando desde el litigio estratégico contribuir para que el sistema de justicia de Guatemala utilice este estándar en el sentido de que la prueba madre de la violencia sexual es el testimonio de las victimas. Además, que es un testimonio que no debe de repetirse. Es suficiente con que las mujeres lo digan una vez, eso es valido para todo el proceso porque de lo contrario se genera una revictimización.
Entonces, son estos tipos de cambios que queremos establecer en el sistema de justicia de Guatemala. Sabemos que estamos empezando pero ya hemos visto avances. Por ejemplo la semana pasada, cuando se empezaron a proyectar en video los testimonios de las mujeres como anticipo de prueba que presentaron en el año 2012, los abogados defensores de los acusados querían invalidar estos testimonios porque eran grabados y decían que las mujeres estaban aquí, tenían que declarar de nuevo. Afortunadamente, la presidenta del tribunal, la jueza Jazmín Barrios rechazó esta petición y reafirmó que solamente suficiente con este testimonio como anticipo de prueba, era suficientemente valido. Entonces, lo que queremos es que estos tipos de practicas se generalicen en el sistema de justicia de Guatemala. Porque sabemos muy bien que el caso de Sepur Zarco es el primero pero no es el único y de hecho ya hay otros procesos penales de mujeres víctimas de violencia sexual que han sido presentados ante el sistema de justicia a la fecha. Entonces, queremos que esto se incorpore al sistema penal y no solamente hablando de justicia transicional sino también hablando de justicia por crímenes del presente.
La otra razón por la cual, en nuestra concepción de litigio estratégico, para nosotras algo muy importante es contribuir a promover transformaciones en los imaginarios sociales. Imaginarios sociales en los cuales la violencia contar las mujeres, incluyendo violencia sexual, aun goza de permisibilidad social. Es decir, no se consideran como una grave violación a los derechos humanos, tal cual no es un crimen, sino un menor problema que siempre ha existido y nunca va a acabar. Entonces, eso es lo que queremos transformar. Y pensamos que, a través de un proceso penal en sí mismo y de una sentencia condenatoria contra los acusados, estamos lanzando un mensaje fuerte para acabar con esta naturalización de la violencia sexual. También a través de las campañas de comunicación que estamos impulsando.
Pero también, es un caso emblemático porque las victimas son mujeres que forman parte del pueblo Q’eqchi’. Es decir, forman parte de un colectivo social más oprimido y discriminado en la sociedad guatemalteca como son las mujeres indígenas. Entonces, si las mujeres indígenas obtienen una sentencia condenatoria y un proceso de reparación, eso indudablemente contribuirá muchísimo a visibilizar esa condición social y a visibilizar a las mujeres como actores sociales y no simplemente como se les califica o como se piensa en los amplios sectores en la sociedad guatemalteca se les homologa a seres inferiores y se les considera como trabajadoras domésticas.
¿Cuales son los grandes rasgos de litigo estratégico utilizado por este caso?
Los grandes rasgos, ya uno lo mencioné, es poner a las mujeres en el centro. Ellas son las que están al centro. Hay una alianza que les está apoyando que es la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad y nosotras concebimos que las mujeres victimas están al centro del proceso. La Alianza en su conjunto, incluyendo a ellas, somos la fuerza motriz de este proceso penal porque estamos conscientes de los crímenes tan atroces que estamos hablando, que ocurrieron desde hace tantos años y que los perpetradores siguen teniendo mucho poder, no necesariamente los dos que allí están sentados, sino el ejercito en general sigue teniendo mucho poder político y económico en Guatemala. En este sentido, solamente la construcción de alianzas es lo que permite construir esa fuerza motriz, esa fuerza social que se necesita para enfrentar a perpetradores tan poderosos.
En este sentido, desde que inició este proceso de acompañamiento a mujeres victimas de violencia sexual en la guerra, las dos grandes estrategias que hemos tenido de por medio e impulsado son la construcción o fortalecimiento de grupos solamente integrados por mujeres y la construcción de alianzas. Porque es muy importante tener en cuenta que este proceso penal no nació hace uno, dos o tres años. Este resultado y el caso de Sepur Zarco no es solo un proceso penal. También es de organización; es un proceso de toma de conciencia de la condición de opresión de las mujeres. Este proceso integral comenzó en el año 2003 cuando empezamos a fortalecer o conformar grupos solamente integrados por mujeres entendiendo que la naturaleza de los crímenes que estamos tratando, de violencia sexual, requiere muchas condiciones especiales para que las mujeres puedan hablar de ello. No se puede solamente sacar unas mujeres de su comunidad y traerlas al juicio. Detrás de esto que está ocurriendo están estas dos grandes estrategias de construcción de grupos integrados solamente por mujeres donde las compañeras no solamente de Sepur Zarco sino victimas de violencia sexual en otros departamentos del país pudieron tener acceso a un espacio en donde recibieron acompañamiento psico-social, participaron en procesos de sanación, incluyendo elementos de la cosmovisión maya.
Sobre todo, participaron en procesos de reflexión colectiva que les permitió reinterpretar la violencia sexual, entender la naturaleza de la violencia sexual, no como un hecho individual que por alguna razón solo les pasó a ella sino como un problema social que tiene causas estructurales que se hallan en primer lugar en el sistema de dominación patriarcal pero articulado con profundo racismo hacia las mujeres indígenas y con la explotación capitalista particularmente expresado a través del despojo de tierras. Entonces, estos procesos de reflexión colectiva permitieron que los procesos de sanación, de acompañamiento psico-social; permitieron a las mujeres poder ir superando los sentimientos parte de los consecuencias psico-sociales de la violencia sexual en la guerra como son los sentimientos de culpa y sentimientos de vergüenza y en la medida en que las mujeres pudieron irse quitando la culpa de sus propios hombros y trasladarlo a los perpetradores en esa medida se crearon las condiciones para que ellas pudiesen ser querellantes en un proceso penal exigiendo la justicia.
¿Cuáles son los alcances internacionales que se esperan de este caso?
Tenemos que partir de una realidad, y es que la violación sexual ha formado parte de todos los conflictos armados incluyendo las guerras del presente. Vemos por ejemplo en la Republica Democrática del Congo la violencia sexual ha sido una masiva violación a los derechos humanos contar las mujeres, igual en Siria, Afganistán y en todas las guerras actuales. Entonces, nosotras estamos concientes que este proceso penal tiene transcendencia International porque sabemos que son muy pocos los procesos penales por violencia sexual que se han impulsado en el país donde se originaron los hechos.
Yo te quiero aclarar una cosa. En algún momento algunas compañeras dijeron que este es el primer proceso penal de esa naturaleza. No es cierto. Yo soy coautora que se llama “Clamor for Justice”. En el proceso de investigación, porque por algún tiempo pensamos que ese era el primer proceso penal a nivel mundial que se estaba abordando en el país donde ocurrieron los hechos, no es así. Hay otros pero son muy pocos. Por ejemplo, hay algunos procesos penales precisamente en la Republica Democrática de Congo así como también Bosnia y Herzegovina de crímenes de guerra que se han impulsado en los países. Pero son muy muy pocos, entonces esto vendría abonar para avanzar hacia este proceso mundial de penalización de la violencia sexual en las guerras con vistas a su prevención. En America latina si es el primero hablando tanto de conflictos armados y dictadura militares. Entonces no es el único pero es uno de los poquísimos casos. Entonces la transcendencia International escribe en eso, en que estamos contribuyendo a nivel mundial a la investigación y el juicio hacia a perpetradores de crímenes de violencia sexual en las guerras y eso es parte también de la complementariedad de lo que se ha impulsado a través de los tribunales internacionales incluyendo a la corte penal internacional. Entonces, eso es una forma de aportar a la prevención y la erradicación de la violencia sexual en las guerras a nivel mundial.
¿Cómo es este caso diferente de otros casos de justicia transicional?
Esto es totalmente diferente de los otros casos de justicia transicional que se han impulsado en el sistema de justicia penal porque el centro del caso es la violencia sexual. En otros, por ejemplo, en el caso por genocidio contra Erain Rios Montt, el delito juzgado era genocidio y las mujeres testificaron como victimas de violencia sexual en el sentido de que la violencia sexual fue utilizado como herramienta constitutiva de genocidio. En otros casos que ha habido, prácticamente la violencia sexual, aunque se sabe que ha sido invisibilizada, tenía un tratamiento marginal. Sin embargo, en este caso el centro es la violencia sexual y además de eso se han incorporado otros casos de desaparición forzada, por los crímenes contra los esposos de las victimas, también casos de tortura de hombres que fueron víctimas de este crimen en el destacamento de Sepur Zarco y fueron testigos de la violencia sexual hacia las mujeres, pero el centro de este caso es la violencia sexual tanto como esclavitud sexual como violación sexual masivos y múltiples. Eso es la principal diferencia de este caso con respeto a los otros
¿Cuál es la importancia de este caso en el reconocimiento de crímenes de genero de hoy en día?
La importancia es en primer lugar, que las bases estructurales de la violencia sexual del pasado se mantienen en el presente. La violencia contra las mujeres y en particular, la violencia sexual han sido utilizadas como una herramienta para mantener un sistema de opresión de los hombres sobre las mujeres y eso se mantiene en la actualidad. No ha cambiado en este sentido, por eso decía al inicio que este caso contribuye a enfrentar estas causas estructurales. Pero además de eso, yo quiero mencionar un caso de violencia en la época actual que tuvo lugar en enero de 2007. Fue el caso de violaciones sexuales masivas y múltiples contra un grupo de mujeres del pueblo Q’eqchi’ de Izabal que son las mujeres de la comunidad Lote 8. Ellas fueron violadas sexualmente en el marco de un desalojo violento perpetrado por guardias privados de la compañía guatemalteca de níquel subsidiaria de la transnacional Hudbay Minerals de Canadá conjuntamente con miembros de la policías nacional civil y soldados del ejército, este caso también lo puedes ver en el libro “Clamor for Justice”.
Y allí tu te vas a dar cuenta de que el modos operandi utilizado fue casi el mismo que utilizaron durante el conflicto armado en el sentido en que llegaron los perpetradores y quemaron las viviendas, destruyeron las cosechas y violaron a las mujeres. Entonces lo que este caso pone de manifiesto es que además del sistema de dominación patriarcal que siguie vigente, hay otros elementos y concretamente la política, la pervivencia de elementos, la doctrina contrainsurgente en las fuerzas armadas y en la policía nacional civil en el presente. Es decir, que este proceso de transformación de la doctrina y de la práctica de estas instituciones responsables de la seguridad no se ha dado tanto como se acordó en los acuerdos de paz. Y por eso es que la gente de estas fuerzas estatales siguen actuando de esta forma. Entonces, en este sentido este caso busca visibilizar problemas como ese y la necesidad de promover este tipo de transformaciones en el sistema de seguridad y justicia en el presente.
¿Cuáles son los pasos que ya se ha dado en Guatemala para contrarrestar la violencia contra la mujer?
Indudablemente hemos tenido avances en medio de un sistema de justicia muy penetrado por el crimen organizado, si tenemos avances importantes en el sistema de justicia. Entre ellos, la aprobación de tres leyes que específicamente están dirigidas a abordar la violencia contra las mujeres, una de ellas es la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, como resultado de esta ley es la creación de los juzgados y tribunales especializados en femicidio. En otro estudio que yo hice sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres y el papel de la policía nacional civil. También se evidencia cómo estos tribunales especializados han sido muy favorables, no es todo lo que quisieron pero si han permitido sentencias condenatorias contra perpetradores en un tiempo más corto. Y crean mejores condiciones para que las mujeres accedan a la justicia. Si hay avances en eso.
Hemos tenido avances también en cuanto a la posición asumida por operadores de justicia como la anterior fiscal Claudia Paz y Paz, la actual fiscal Thelma Aldana, juezas y jueces que se han enfrentado a esos poderes tan fuertes en el sistema de justicia y han asumido una actitud de apego al derecho e independencia del sistema judicial. Esos son avances muy importantes. Y hay avances muy importantes también en cuanto a la toma de conciencia de las mujeres sobre su derecho ante este tipo de violencia, que son actores sociales. Por lo tanto los procesos de organización y de toma de conciencia han permitido que más mujeres denuncien los hechos de violencia y también exijan justicia. Yo creo que esos avances son muy importantes y en esto el movimiento de mujeres, las organizaciones de mujeres y feministas hemos aportado mucho.
¿Qué es lo más importante que la comunidad internacional sepa? ¿Y como alianza qué tipo de apoyo están buscando desde la comunidad internacional?
Para nosotras la comunidad internacional juega un papel crucial. Lo que queremos es en primer lugar, que este caso se conozca, que se difunda lo más posible internacionalmente. Porque este proceso de justicia se está llevando en un contexto político sumamente difícil en Guatemala. Tuvimos un gobierno militar anteriormente, hubo cambio de gobierno pero lamentablemente los poderes reales de carácter militar siguen allí en el sistema de justicia con mucho poder. Además, las mujeres, las victimas viven en un contexto local con muchos riesgos que les generan temor. Los perpetradores viven en las comunidades. Ahora con el proceso penal sus nombres han salido a luz por más que se cubren el rostro. Sus nombres no se puede ocultar. Ellas corren mucho riesgo y también las organizaciones que las acompañamos. Hemos tenido muchos incidentes de amenazas de intimidaciones a las organizaciones que acompañamos a las victimas.
Y por lo tanto una medida de protección para nosotras es que internacionalmente el caso se conozca y que mucha gente y que muchas instituciones y organizaciones se pronuncian externando solidaridad a las victimas y a las organizaciones querellantes. Para nosotras es vital que eso se conozca. Necesitamos mucha solidaridad política. Necesitamos mucha solidaridad moral también en este caso. Además es un caso que va avanzando rápido pero aun así puede tardar, entonces si necesitamos por ejemplo que se escriban, que difundan lo que se publica que se traduzca en ingles, a Frances, a otros idiomas para que tenga el mayor alcance internacional posible.
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