“Ser acompañante de NISGUA fue una pieza sumamente importante en mi formación política y radicalización. Aprender y colaborar con nuestras contrapartes guatemaltecas, formar relaciones mutuas e incorporar lecciones de sus luchas ha sido un gran honor. El trabajo es muy valorado por nuestras contrapartes y debe continuar hasta que ya no sea necesario”.

“Ya era une organizadore cuando entré a NISGUA. Ya había dedicado años de mi vida acercándome a realizar visiones de un mundo que sea capaz de abrazar a todes en sus totalidades. Y aun dado eso, mi experiencia como un Aco con NISGUA transformó mi perspectiva. Me ayudó a encarnar un sentido de “nosotres”, un sentido colectivo al nivel celular, que nunca había logrado en los EU. Seguramente, hay partes de ser un Aco que son chocantes, pero yo encontré que la transformación sucedió en los partes más mundano, cotidiano. Ser un Aco es tener sus expectativas derribadas, es cuestionar realmente el uso de la solidaridad, es aprender a construir un propósito que le vincule a una comprensión colectiva de la vida”.

“Para mi, el acompañamiento internacional es imprescindible para establecer relaciones y solidaridad entre movimientos globales. Acompañar en Guatemala desde los Estados Unidos es una manera de combatir el imperialismo que creó y está creando crisis medioambientales, económicas y políticas en el sur mundial. Además es la mejor vía para conocer a personas guatemaltecas brillantes y apoyar su resistencia. ¡Estoy emocionade de ser aco en 2024 y le invito a ser parte del programa conmigo!”

“El internacionalismo es reconocer lo interconectados que estamos todes, colaborar en las luchas transfronterizas por la justicia y trabajar juntes para desmantelar los sistemas de opresión. Fue un gran honor para mí acompañar las luchas por la tierra, el territorio y la justicia en Guatemala, luchas que en última instancia están entrelazadas y estrechamente conectadas con las de Estados Unidos. Mi tiempo como acompañante me enseñó lecciones invaluables sobre humildad, privilegio, creatividad, antirracismo, resiliencia, trauma, construcción de relaciones y responsabilidad, y me dejó con el deseo de seguir haciendo mi parte a largo plazo”.

“El internacionalismo es una respuesta crítica a la influencia global en constante expansión de las clases dominantes; a medida que su poder trasciende las fronteras, también debe hacerlo nuestra resistencia. Sin embargo, a medida que el poder popular internacionalista se expande por las fronteras, no se homogeneiza ni se acumula. Al contrario, emplea todo el espectro de la expresión humana como medio para democratizar las estructuras de poder. Se basa en la transformación de nuestras diversidades -y las formas en que esas diversidades se cruzan con experiencias de autonomía y opresión- en resistencia colectiva a través de la solidaridad globalizada. Significa el reconocimiento de que la liberación colectiva de las personas trabajadoras, que abarca tanto a las naciones colonizadas como a las colonizadoras, sólo puede lograrse mediante la formación de una coalición unificada”.