Lunes 12 de Agosto, Audiencia 63
El juez presidente informó a los presentes en la sala de audiencias que el sábado 10 de agosto, la defensa de Lucas García planteó una recusación por escrito en contra del tribunal. Según las abogadas de la defensa, el tribunal permitió que el perito Bertoni durante su comparecencia se extralimitara al expresar que los hechos no pueden quedar en la impunidad , por lo que las abogadas acusaron al tribunal de imparcial.
El abogado de los querellantes, Francisco Vivar, solicitó que la recusación fuera del conocimiento de todas las partes en ese momento por tratarse de un Debate Oral y Público; sin embargo, los jueces no accedieron e indicaron que ellos resolverán por escrito. Por lo que, el juicio se suspendió ese día.
Ante ello, varias organizaciones guatemaltecas de derechos humanos señalaron en un comunicado que la acción de la defensa es una recusación maliciosa:
“Las víctimas del genocidio han esperado 42 años para que se haga justicia (…) y este intento de recusación es sólo otra forma de evitar la conclusión de este juicio histórico con una sentencia condenatoria.”
El lunes 12 de agosto se suspendió la audiencia debido a una recusación presentada por la defensa de Lucas García. Los jueces presentaron su resolución negando la recusación al día siguiente. Foto de Verdad y Justicia
Martes 13 de agosto, audiencia 64
La audiencia inició con la presentación por escrito de la resolución del tribunal en la cual los jueces declararon sin lugar la recusación planteada por la defensa de Benedicto Lucas García.
Una de las abogadas de la defensa indicó que la resolución no le había llegado de forma escrita, por lo que pidió aplazar la audiencia hasta recibir la notificación formal y expresó que tenía otros debates agendados para este día.
Los jueces decidieron continuar con la audiencia y el perito Bertoni, presentó los resultados de un peritaje en el cual 80 víctimas fueron encontradas en el antiguo destacamento de Xolusinay, aunque sólo 60 de ellas pudieron ser identificadas. Como en peritajes anteriores, el asesinato de las víctimas sigue el patrón de un disparo en el cráneo, con algunas excepciones en las que también presentaban disparos en el tórax. Las víctimas fueron desaparecidas por el ejército entre febrero y marzo de 1982.
Esta actualización fue realizada mediante notas propias de observación en el juicio e información de Verdad y Justicia.
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