En primer plano se ve el río con algunas ramas que sobresalen. Al fondo, un paisaje de colinas completamente cubierto de árboles verdes Fotografía de la primera página de la declaración de ACODET. A la izquierda y a la derecha del documento hay sellos circulares de aprobación de diferentes comunidades indígenas. En esta página de la declaración se lee: «La Asociación de Comunidades para el Desarrollo, Defensa de la Tierra y los Recursos Naturales - ACODET - en su XVI asamblea general, ante la opinión pública declara: Las comunidades indígenas de Ixcán, Cobán y Uspantán que conformamos la asociación de comunidades para el desarrollo, defensa de la tierra y los recursos naturales reunidas en la comunidad de La Libertad Xalarocjá del municipio de Cobán, Alta Verapaz en la celebración de nuestra décimo sexta asamblea ordinaria, como es costumbre hacerlo año con año desde la fundación de nuestra organización comunitaria. Las comunidades miembros de ACODET expresamos nuestra esperanza al ver que este gobierno está escuchando las necesidades de nuestras comunidades y ha abierto espacios de diálogo con las autoridades indígenas de todo el país. Pero al mismo tiempo expresamos nuestra preocupación por la situación política de nuestro país, ya que el pacto de corruptos que tienen el control de varias instituciones, principalmente el MP y el sistema judicial, no permite que nuestro país avance en términos de democracia y desarrollo para las democracia y desarrollo para las comunidades indígenas que existen en cualquier parte del país. El pacto corrupto ha saqueado nuestro país y se ha enriquecido a costa del pueblo guatemalteco y han hecho leyes a su favor para dejar en total impunidad todos los actos que han cometido. En la actualidad se niegan a aceptar su derrota y tratan de impedir cualquier acción en beneficio de la población guatemalteca. Como comunidades asentadas en las riberas de los grandes ríos, amenazadas por la construcción de hidroeléctricas, vemos la necesidad de revisar la política energética nacional. El modelo extractivista y neoliberal ha dejado la generación, transporte y distribución de electricidad en manos de comunidades sin acceso a la energía y no promueve el desarrollo nacional. Las grandes empresas solo aprovechan el agua de nuestros ríos sin importarles que nos quedemos sin agua y el daño ambiental que están causando, rompen el tejido social comunitario y producen pobreza extrema en las comunidades, como actualmente sucede en Santa María. Guatemala produce el doble de energía de la que consume, aproximadamente 4,000 MW, mientras que la demanda nacional es de sólo 1,800 MW. El resto de la energía se vende a otros países, a pesar de que aquí no tenemos electricidad. La construcción de más represas sólo genera pobreza, sequía en los cultivos, despojo de tierras y...»